Pulmones Alfa 1 MZ
En esta sección proporcionamos más información sobre el efecto de la deficiencia de alfa 1 antitripsina en los pulmones.
Debido a que este efecto es bien conocido y descrito en otra literatura, limitaremos la información a los elementos clave.
En términos simples, la alfa 1 antitripsina protege los pulmones de la inflamación y el daño causado por la inhalación de irritantes como el humo del tabaco y/u otras partículas contaminantes del aire.
La forma en que funciona es que la alfa 1 antitripsina proporciona una pantalla protectora antiproteasa en todo el cuerpo, pero más importantemente en los pulmones, donde puede neutralizar la actividad de la serina proteasa elastasa de neutrófilos. Es efectivamente el interruptor de apagado de la enzima llamada elastasa de neutrófilos. La elastasa de neutrófilos es importante para combatir las infecciones en los pulmones, pero también puede destruir el tejido pulmonar sano. Una vez que la elastasa de neutrófilos ha tenido tiempo de combatir una infección, la AAT la desactiva (la inhibe) para que no dañe los pulmones.
El resultado de una deficiencia de Alfa 1 Antitripsina resulta en una descomposición rápida desequilibrada (es decir, relativamente sin oposición) de las proteínas (actividad proteasa), especialmente en las estructuras elásticas de soporte de los pulmones que se encuentran en las paredes de los sacos aéreos del pulmón, también llamados alvéolos. Con el paso de los años, esta destrucción puede provocar una ruptura progresiva de las paredes de los alvéolos, lo que constituye enfisema y se acelera con el tabaquismo y/o la exposición ocupacional.
Las bronquiectasias se caracterizan por dilatación de la pared bronquial y el síndrome clínico es tos, producción de esputo y frecuentes exacerbaciones respiratorias.
La asociación entre la deficiencia de Alfa 1 Antitripsina y las bronquiectasias aún está en debate, sin embargo, existen estudios que indican que existe una relación entre la AAT y las bronquiectasias.
El papel protector de la AAT sobre la inflamación bronquial está respaldado por dos estudios, uno en ratones y otro en humanos. El primero muestra que en ratones transgénicos AAT+/+ que expresan AAT humana en los pulmones, la mortalidad por neumonía inducida por Pseudomonas aeruginosa se redujo en un 90% en comparación con los animales de control no transgénicos. Además, la AAT humana exógena administrada a ratones no transgénicos también redujo significativamente la mortalidad por neumonía por P. aeruginosa. Los ratones AAT+/+ infectados con P. aeruginosa demostraron una reducción del daño en el tejido pulmonar, una disminución de las concentraciones bacterianas en los pulmones y la sangre y una disminución de las concentraciones de citoquinas circulantes en comparación con los ratones no transgénicos infectados. El segundo estudio, en cambio, muestra que entre los sujetos con inmunodeficiencias humorales que requieren terapia de reemplazo de gamma-globulina, se encontró que los pacientes con bronquiectasias tenían niveles medios más bajos de AAT que aquellos sin bronquiectasias, lo que sugiere que una deficiencia de AAT podría promover el desarrollo de bronquiectasias.